Es por acá

Lo que importa verdaderamente en la vida no son los objetivos que nos marcamos, sino los caminos que seguimos para lograrlo.

Cuando estoy algo desorientado en la vida, aprendo. Me preparo para comprenderme mejor. Es ahí entonces que reflexiono. Mi pasado trae al presente mis experiencias, que hoy son analizadas con otra madurez.

Aún no puedo poner en palabras lo que la Radio significa para mí. Sólo puedo expresar detalles de una experiencia que me marcó.

La luz roja encendida, que indicaba que estaba al aire se encendió (luz de stop de camión con lámpara de filamento, en aquel entonces no existía la luz led). La presión de los segundos inmediatos ofrecidos a mi voluntad de palabra se sintió como un desafío.

Stand de Radio del Libertador - Sociedad Rural de Bolívar

A través del micrófono inicié un viaje que aún no termina.

No dije ¡Hola!, tampoco recuerdo exactamente mis primeras palabras. No es que tenga amnesia, sino que tengo memoria selectiva, y la creo saludable.

Mi primer programa radial fue un espacio musical. Presentaba canciones, leía artículos de actualidad y disfruté de la interacción con el público cuando trataba de comprender las letras y mensajes que las melodías nos dejaban.

En la adolescencia era locuaz, característica que me ayudó a tomar confianza cuando estaba en el aire. Aunque a veces, he estado callado, y he sido mal entendido.

En consecuencia, aprendí que el silencio dice mucho más de lo que uno imagina. Debemos estar atentos a lo que decimos y a lo que callamos.

Observé lo siguiente: si enriquecía mi vocabulario, la audiencia podía entenderme mejor. Lo que tenía para decir, podía ser dicho de distintas maneras, llegando a una misma conclusión. Al poco tiempo, podía explicar un evento, situación o mensaje de varias formas y el objetivo era que entendieran mi mensaje y retroalimentarme de los oyentes porque siempre he aprendido de ellos.

Como instructor certifico, ¡La mejor forma de aprender es enseñando!

Si bien en aquellos años era adolescente, considero tenía algo para decir como tal, y mucho por escuchar de mis seguidores.

Como docente uno aprende de sus estudiantes.

Consola de radio - Radio Escuela - Bolívar

Y que tenía para decir una persona que recién estaba consolidando su identidad, conociéndose a si mismo, descubriendo sus capacidades y oportunidades, consolidando su autoestima, ganando confianza, perfeccionando habilidades y por sobre todo alimentando una pasión: La Radio…

Tenía cosas para decir, en ese entonces, muy importantes para mí.

Una vez dije al aire “Me gustaría viajar al exterior a perfeccionarme”, y la oportunidad de concretar un viaje a Pamplona (España) a través de una institución Navarra se hizo realidad a través de un oyente que se contactó con mis padres (En Argentina, la mayoría de edad se alcanza a los 18 años cumplidos).

Desde ese día aprendí que siempre hay alguien escuchando y no solo oyendo lo que decimos. No es lo mismo. En las acciones hay una diferencia que tiene que ver con la voluntad y predisposición. Escuchar significa “prestar atención a lo que se oye”. Oír se define como “percibir con el oído los sonidos”.

Escuela de Verano - Pamplona, España

Cuando volví del viaje, no era el mismo. Había crecido, observado y verificado varias cosas por mi cuenta. Cuando analizo la experiencia, me recuerda quien he sido todo el tiempo.

Por lo tanto, cada vez que una situación, circunstancia o conflicto en mi vida me empujan a tomar una decisión, siempre invoco lo detallado anteriormente. Es decir, corroboro y constato en mis archivos de trayectoria mis ensayos y pruebas. Los recuerdos me ayudan a resolver qué camino tomar. Y si carezco de habilidades o conocimiento de experto, entonces mi destino estará atado a quien decido ser.

Si bien era mucho más joven, estaba comenzando a leer esas miradas que lo dicen todo, aprendiendo a definir mi propósito en la vida.

En décadas muchas palabras he pronunciado. Sin embargo, como dice Paulo Coelho, “…hasta ahora nada sustituye la mirada de una persona”. He estado en varios medios de comunicación, nada más efectivo a la hora de transmitir nuestros pensamientos que una mirada. De aquí, la imperiosa necesidad creativa en la radio para generar una imagen en nuestra cabeza.

He escuchado: “Si trabajás en lo que te gusta, no trabajarás ni un día”. Es posible que la frase, nos tienda una posible trampa ¿Hay que trabajar por amor y no por dinero?

Pienso que hay mucha presión impuesta e innecesaria detrás de la premisa de trabajar de lo que nos apasiona. Es cierto que la mayor parte del trabajo es francamente aburrido. Muchas veces con jornadas agotadoras, acciones repetidas y con la necesidad de una extraordinaria concentración y enorme paciencia cuando se trata de recursos humanos. Ahora pregunto, ¿Actualmente, se enmascara el trabajo con el entretenimiento? Es posible, muchas veces cuando se trata de estrategias para fomentar la productividad.

Debemos encontrar una actividad que nos desafíe creativamente y nos motive con lo que somos, deseamos y queremos aprender. Y si no existe esa actividad, entonces debemos crearla.

Los hermanos Ituarte en Radioactiva

El trabajo que tengamos, no solo debe satisfacernos económica social e intelectualmente, sino además debemos amar la actividad. Hablo de compromiso con nuestras acciones y no de desdibujar el límite impuesto entre la vida personal y la actividad laboral de una persona.

Claro que habrá malentendidos y errores irreversibles, simplemente son necesarios porque así funciona nuestro proceso de autoconocimiento.

Cuando era adolescente, YouTube no había nacido. La plataforma de videos online llegaría a mi alcance 15 años después, cuando uno ya comprende que el tiempo no puede comprarse.

Fue así que la plataforma me permitió conocer a Adam Leipzig y puede cerrar varios años después mi propósito en la vida con su mensaje “Cómo conocer tu propósito de vida en 5 minutos”. Exposición que apunta un poco más allá de trabajar en lo que uno ama.

Mas vale tarde que nunca, y a fin de encontrar un oportuno aprendizaje, el director ejecutivo de Entertainment Media Partners nos enseña lo siguiente:

¿Quien sos?

………………………………..

¿Qué es lo que hacés?

………………………………..

¿A quien está dirigida tu actividad?

………………………………..

¿Qué es lo que esas personas quieren y necesitan?

………………………………..

¿Cómo ellos cambian con lo que hacés?

………………………………..

Completar la línea punteada con nuestras respuestas, es un ejercicio simple, poderoso y muy efectivo. 

Tal vez lo que debamos amar no sea el resultado de nuestra actividad, sino el proceso de conocer que es lo que nos hace sentir plenos, que nos defina dónde queremos estar, más allá de nuestras inseguridades e imperfecciones.

Instructor en Formación Profesional

Es en el recorrido, en el camino, en la búsqueda de nuestra actividad que encontramos dónde todo empieza.

Es en el proceso dónde existen posibilidades infinitas.

Estoy de acuerdo en pensar que una vida no examinada, no vale la pena vivir. Más aún, suscribo que si todo lo que hacemos es reflexionar, entonces no estamos viviendo.

Si alguien te dice, es por acá…

Pensá por qué te lo dice, dudá de lo que se te enseña, sé curioso y activá tus acciones.

 

PD: Caminar es la forma más simple de ordenar tu mente.

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Adrián Ituarte

Vivo en la ciudad de San Carlos de Bolívar, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Soy un Analista de Sistemas, Comunicador, Instructor y Docente con ganas de seguir aprendiendo. Trabajo freelance en diseño web y multimedia, con orientación en medios de comunicación.

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2 comentarios en «Es por acá»

  1. Siempre se celebran los primeros pasos que damos porque son el inicio de una gran aventura, que no es otra cosa que el camino de nuestra vida, por la que andamos, tropezamos, nos desviamos, descubrimos, y tantas cosas más.

    Todo lo que nos gusta es un buen lugar para instalarnos, pero teniendo en cuenta que el techo debe ser desmontable, para continuar nuestro vuelo creativo.

    Y más allá del amor por la radio, la docencia, y por el aprendizaje que se adquiere, hay que continuar avanzando, ya que tenemos mucho camino todavía por recorrer… y vida por vivir!!!

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